Los hongos en las uñas, conocidos médicamente como onicomicosis, son una afección común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Estos microorganismos, generalmente del tipo dermatofitos, encuentran un ambiente propicio para crecer en las uñas, especialmente cuando están expuestas a condiciones de humedad y calor, como ocurre en los zapatos cerrados o en ambientes húmedos. Pero, ¿cómo actúan exactamente estos hongos y cuál es el mejor tratamiento disponible?
El proceso de deterioro de las uñas
Los hongos invaden la uña a través de pequeñas grietas o cortes en la piel circundante. Una vez que logran establecerse, comienzan a descomponer la queratina, la proteína que compone la mayor parte de la uña. Esto provoca una serie de cambios visibles y molestos, como:
Engrosamiento: La uña se vuelve más gruesa debido a la acumulación de residuos fúngicos.
Descoloración: Las uñas afectadas suelen adquirir un color amarillento, marrón o incluso negro.
Fragilidad: Con el tiempo, la uña se vuelve frágil y se desmorona fácilmente, lo que puede causar dolor y molestias.
Separación de la uña: En casos graves, la uña puede desprenderse del lecho ungueal. Estos síntomas no solo son antiestéticos, sino que también pueden causar dolor y dificultad para caminar o realizar tareas cotidianas.
Tratamientos convencionales vs. tratamiento láser
Tradicionalmente, los tratamientos para la onicomicosis incluyen el uso de cremas antifúngicas tópicas y medicamentos orales. Sin embargo, estos métodos a menudo tienen una tasa de éxito limitada. Las cremas tópicas tienen dificultades para penetrar la uña y alcanzar la infección subyacente, mientras que los medicamentos orales pueden tener efectos secundarios significativos, como daño hepático.
Aquí es donde el tratamiento láser se destaca como una opción innovadora y efectiva. El láser emite una luz de alta intensidad que penetra la uña y calienta el área afectada, destruyendo las células fúngicas sin dañar el tejido circundante. Este método ofrece varios beneficios clave:
Eficacia: El tratamiento láser tiene una alta tasa de éxito, eliminando la infección en la mayoría de los casos con pocas sesiones.
No invasivo: A diferencia de la cirugía, el tratamiento láser no requiere cortes ni incisiones, lo que minimiza el riesgo de infecciones secundarias.
Sin efectos secundarios sistémicos: A diferencia de los medicamentos orales, el láser no afecta a otros órganos ni causa efectos secundarios graves.
Recuperación rápida: Los pacientes pueden reanudar sus actividades normales inmediatamente después del tratamiento.
Por qué el láser es el tratamiento más efectivo
El tratamiento láser no solo es más efectivo en términos de eliminación del hongo, sino que también ofrece una recuperación más rápida y menos incómoda en comparación con los tratamientos convencionales. Además, al no depender de medicamentos, es una opción ideal para personas con problemas hepáticos o que no pueden tolerar tratamientos sistémicos.
En resumen, si bien existen varias opciones para tratar la onicomicosis, el tratamiento láser se ha posicionado como la opción más efectiva y segura. Su capacidad para eliminar el hongo de manera rápida y sin efectos secundarios lo convierte en la elección preferida para aquellos que buscan una solución definitiva a este problema persistente.
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