Las verrugas son pequeños bultos granulares en la piel que aparecen con mayor frecuencia en los dedos o las manos que pueden resultar molestas, incómodas y, en algunos casos, motivo de preocupación estética o médica. Las verrugas comunes son causadas por un virus y son altamente contagiosas. Aunque en su mayoría son benignas, conocer su origen, los riesgos asociados y las soluciones disponibles es clave para tratarlas de forma adecuada.
¿Cómo se diagnostica una verruga?
Evaluación visual
El médico examina la forma, tamaño, color y textura de la lesión. Las verrugas suelen tener características típicas, superficie rugosa o irregular, color carne, blanquecino, marrón o gris, presencia de pequeños puntos negros (vasos sanguíneos coagulados).
Historia clínica
Se pueden hacer preguntas como: ¿Cuándo apareció?, ¿Ha cambiado de forma o tamaño?, ¿Causa dolor o molestia? ¿Hay antecedentes de contacto con otras personas con verrugas?
Dermatoscopia
Es una lupa especial con luz que permite observar detalles internos de la lesión. Ayuda a diferenciar verrugas de otras lesiones como lunares, queratosis o incluso cánceres de piel.
Causas: Infección y transmisión
Las verrugas son causadas por una infección viral del Virus del Papiloma Humano (VPH). Este virus invade la capa superior de la piel, generalmente a través de pequeñas heridas o cortes, y estimula un crecimiento celular anormal, dando lugar a la aparición de estas protuberancias.
El VPH es altamente contagioso y puede transmitirse por contacto directo piel con piel, uso compartido de objetos personales (toallas, utensilios, afeitadoras), superficies contaminadas en lugares públicos, como duchas o piscinas.
Tipos de verrugas
Verrugas comunes: Aparecen en manos y dedos. Tienen una superficie rugosa.
Verrugas plantares: Se desarrollan en la planta del pie. Pueden ser dolorosas al caminar.
Verrugas planas: Son pequeñas, lisas y suelen salir en grupos, especialmente en rostro y piernas.
Verrugas genitales: Se localizan en la zona íntima y requieren tratamiento especializado.
Riesgos: Propagación, contagio o complicaciones
Aunque muchas verrugas desaparecen solas con el tiempo, otras pueden persistir o multiplicarse. Los principales riesgos son: propagación a otras zonas del cuerpo, contagio a otras personas, incomodidad o dolor, sobre todo en áreas de fricción o presión, impacto estético o emocional, especialmente si están en zonas visibles, complicaciones en personas con inmunodeficiencias.
Además, aunque es poco común, algunas lesiones que parecen verrugas pueden en realidad ser otro tipo de afección cutánea más grave, por lo que siempre se recomienda una evaluación médica.
Solución: La mejor opción para eliminarlas
La correcta evaluación de un especialista logra evitar contagios de una mala eliminación, hoy en día existen varias opciones para eliminar las verrugas, pero la más eficaz, segura y rápida es la eliminación con láser. Este tratamiento ofrece múltiples ventajas:
Alta precisión y mínima afectación de la piel sana.
Es un procedimiento ambulatorio e indoloro.
Los resultados son visibles desde la primera sesión.
En la clínica Luméniz contamos con tecnología avanzada para la eliminación de verrugas con láser, ideal para todo tipo de pieles y localizaciones. Un tratamiento que, además de efectivo, es rápido y cómodo.
Si deseas conocer más de este tema, la clínica Luméniz te invita a pasar por una consulta médica gratuita en nuestra sede ubicada en Av. Alfredo Benavides 1967 – Miraflores, Lima – Perú.